miércoles, 2 de marzo de 2016

PRESENTACIÓN DEL POEMARIO DE NOEMÍ TRUJILLO "LA MUJER ACECHA".


 

Este homenaje personal y poético a la figura de Miguel Hernández es también un espejo en el que Noemí Trujillo proyecta su propia luz sobre la obra del poeta alicantino para devolvernos un nuevo reflejo de la misma. Versos creados desde el grito y el desgarro que, como luces y sombras, se transforman en poemas heridos o deseados. La mujer acecha es una superficie poética que igual que los velos que son poseídos por el viento, nos transmiten el deseo de acariciarlos. Sin embargo, esa doblez entre realidad y deseo que, en ocasiones, es la razón de la sinrazón, también alimenta a ese animal herido que todos llevamos dentro: «Yo, con los años, / he descubierto el abismo / que existe / entre la vida y la poesía.» La valentía de Noemí Trujillo reconvertida en Calíope (la musa de la poesía épica), es mostrarnos un poemario cuyo espacio geográfico son las guerras, pero no solo las externas dispersas por el mundo y conocidas por todos, sino también las internas, esas que anidan en el interior de cada ser humano: «El arte es más frío que nunca, / está lleno de tragedias humanas, / esas que nadie quiere ver.» Esa fusión de diferentes realidades las utiliza la poeta para dibujar su propia silueta, sin olvidar que la sombra de nuestro contorno que se proyecta sobre el suelo, lo hace marcando los límites de un territorio imaginado, ese que nace en sus poemas y que la llevan a convertirse en la princesa del cuento. «La poesía es un animal / que canta, / que llora / y echa raíces, / un animal con garras.»

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